¿Qué es la superficie ocular?
Cuando hablamos de superficie ocular nos referimos a las capas externas de la parte anterior del ojo que se encuentran expuestas al medio ambiente. La “pared” del ojo está compuesta por una parte blanca llamada esclera y una parte anterior transparente llamada córnea. Los párpados protegen esa parte anterior del ojo y actúan, al parpadear, como el limpiaparabrisas de un vehículo . Tanto la parte blanca (esclera) como la cara posterior de los párpados están recubiertas por una fina membrana que tiene delicados vasos sanguíneos. Esa membrana o mucosa se denomina conjuntiva. La parte más externa (anterior) de la córnea está compuesta por un epitelio formado por células dispuestas en varias capas y cubriendo la superficie existe una capa líquida (secreción lagrimal) denominada film lagrimal precorneal. Si consideramos al ojo como una cámara fotográfica, la córnea sería la lente anterior que interviene para desviar los rayos de luz y, junto con otra lente interna (el cristalino), enfocan las imágenes en el interior del ojo en una membrana sensible: la retina. Como toda lente, la córnea tiene que mantenerse transparente y con una forma estable. En síntesis, la superficie ocular que está en contacto con el aire está tapizada por el epitelio de la córnea y por la conjuntiva (que tapiza a la parte blanca o esclera). Esta superficie ocular, expuesta al medio ambiente, puede sufrir enfermedades o puede ser agredida por agentes físicos o químicos.
¿Qué es el pterigión?
El pterigion es una formación de tejido fibroso con vasos sanguíneos que crece como una membrana triangular sobre la córnea, invadiéndola desde la parte blanca del ojo (esclera). Recibe su nombre por su aspecto de pequeña ala (la palabra griega de la cual deriva significa “aleta”) y suele tener una forma triangular dispuesto horizontalmente con la base orientada hacia la nariz y el vértice invadiendo la córnea. Recordemos que la córnea es la parte anterior de la pared del ojo y que es normalmente transparente (sin vasos sanguíneos). El pterigión puede permanecer estable durante años provocando irritación ocular en muchos casos, además del trastorno estético permanente: un área localizada rojo-amarillenta. En algunos pacientes invade más agresivamente a la córnea acercándose a su centro. Esto provoca trastornos en la visión al generar una irregularidad en la córnea (astigmatismo). Como el pterigión está localizado generalmente en la parte interna de la superficie anterior del ojo, en un área permanentemente expuesta a los agentes ambientales (luz ultravioleta del sol, viento, partículas) clásicamente se lo consideró un trastorno degenerativo provocado por elementos ambientales. Últimamente han surgido evidencias de que se trata de una alteración en la multiplicación de las células debido a un gen.
¿En qué consiste la cirugía del pterigión?
Se trata de su disección y extirpación intentando dejar a la córnea lo más transparente posible y con una superficie regular. Frecuentemente se utilizan colgajos o autoinjertos de la conjuntiva del mismo ojo para cubrir el área de la superficie interna del ojo en la que se ha extirpado la base del pterigión. En casos especiales el área expuesta que queda luego de la extirpación del pterigión se cubre con un injerto de membrana amniótica. Esta membrana se obtiene de la placenta que envuelve al feto durante el embarazo y se conserva estéril en medios especiales. Tiene propiedades antiinflamatorias. En estos casos se utilizan puntos de sutura para fijar los autoinjertos de conjuntiva o de membrana amniótica. Otra posibilidad es utilizar adhesivos tisulares (se trata de pegamentos biológicos). En los casos de pterigión muy agresivo o cuando reaparece luego de la cirugía (recidivas) se pueden emplear sustancias que inhiben la multiplicación celular (mitomicina C, por ejemplo). También se utiliza radiación beta y eventualmente otras sustancias que inhiben la proliferación celular como la tiotepa, la daunorribicina y el 5-florouracilo. Es importante destacar que el pterigión es una ENFERMEDAD BENIGNA. La cirugía del pterigión requiere una gran precisión por lo que es imprescindible efectuarla en quirófano bajo microscopio quirúrgico. La anestesia es local, inyectada en los tejidos de la superficie del ojo.